Blog turismo 24.06.2020 El auge del turismo gastronómico Food & Beverage Más allá de los viajes y el alojamiento, el turismo permite experimentar momentos únicos a través de sus amplias variantes y sus miles de destinos, los cuales, cada año, reciben a viajeros ansiosos de disfrutar la variada oferta de actividades. Así como el turismo de aventura es ideal para los viajeros en búsqueda de emociones extremas, el turismo gastronómico satisface la demanda de aquellos que, en búsqueda de probar nuevas sensaciones en su paladar, no desean renunciar a vivir experiencias gratificantes. Aun cuando se tienen nociones de lo que el turismo culinario puede ofrecer, muchas veces es posible pasar por alto aspectos desconocidos, sobre todo para personas ajenas al sector. El turismo gastronómico representa más que la degustación de recetas autóctonas y un acercamiento a la cultura local. Con el paso del tiempo, la oferta de esta variante del turismo ha crecido vertiginosamente, tanto en Europa como en el resto del mundo. Es por ello que, algunas comunidades autónomas españolas como Valencia, han logrado atraer a los turistas más exigentes, incrementando, según KPMG, hasta un 18% la cantidad de viajeros atraídos por la gastronomía. En la actualidad, cada vez son más los viajeros interesados en destinos turísticos de este tipo, pues no hay mejor forma de adentrarse en la cultura de un territorio, que probando su comida y deleitándonos con sus especialidades gastronómicas. Qué es el turismo gastronómico El turismo gastronómico es una actividad enfocada en conocer y probar las tendencias culinarias de un determinado territorio y paralelamente, realizar un recorrido por los orígenes y la esencia detrás de cada plato. Este tipo de turismo es ideal para gourmets y chefs experimentados, aunque, en los últimos años, los viajeros convencionales también han disfrutado de la diversidad gastronómica, en especial la local, que en 2019 siguió manteniendo el alto estándar que la caracteriza. En definitiva, turismo y gastronomía se complementan por igual, es por ello que, con frecuencia, es posible encontrar destinos turísticos donde gran parte del atractivo se encuentra en su cocina. IDITUR ha desarrollado un informe sobre turismo gastronómico que analiza el perfil del turista y sus peculiaridades geográficas. El turismo gastronómico se abre para deleitar al viajero Además de permitirnos apreciar las tradiciones culinarias del mundo entero, el turismo gastronómico también ofrece rutas gastronómicas en los destinos y una iniciativa vinculada a la cultura del vino conocida como enoturismo. Las rutas gastronómicas Al adentrarnos en un destino turístico, lo más probable es que en el itinerario nos recomienden sitios de interés, así como también Rutas Gastronómicas. Estas opciones se caracterizan por brindar, entre otras cosas, un recorrido en torno a los lugares emblemáticos y significativos para la cultura gastronómica local, ofreciendo recomendaciones y muestras de los más diversos platillos. Dependiendo del tipo de ruta y del territorio, los paseos pueden ser realizados en pueblos o pequeñas localidades cercanas, así como también a bordo de un barco rumbo a un puerto pesquero. Las rutas gastronómicas más visitadas en el mundo contemplan una gran variedad de sabores y colores, lo cual es producto de la diversidad de tradiciones típicas de cada región. Así, en el continente americano, específicamente en Argentina, una parada obligatoria durante la ruta gastronómica se da en su capital, Buenos Aires, donde el asado es el plato más representativo. Este se realiza a partir de cortes de carne de primera calidad, que podemos disfrutar con un buen vino tinto y las mejores vistas del barrio de Palermo. A su vez, en México, donde es habitual visitar también los mercados, la ruta gastronómica se centra en el taco, que puede ser acompañado con asado, guiso de cochinita, frijoles, entre otros rellenos. En este país, las rutas culinarias suelen ser acompañadas de un paseo por el Centro Histórico, el cual incluye, además, un repaso por las costumbres más importantes de la cocina mexicana. Por otra parte, en Asia, la mayor parte de las rutas se enfocan en el consumo de pescado, con recetas más variadas que el tan conocido Sushi. Tal es el caso de Taiwán, donde es posible degustar platillos a base de mariscos frescos, en compañía de verduras y otras exquisiteces, las cuales adquieren un toque especial si son degustadas frente a las mejores vistas de la isla. Finalmente, en Europa, la tradición de las rutas gastronómicas demuestra que, bebidas como el vino, la cerveza o el té, así como también distintos cortes de carne y especies de pescados, conforman gran parte de los platos típicos. En España, es imposible pasar por alto la cultura gastronómica de ciudades como Madrid, donde la ruta de la tapa abarca diversas zonas de la ciudad. La tapa es un aperitivo tradicional, que puede estar basado en distintos tipos de queso, jamón o las tan conocidas patatas bravas. El itinerario se disfruta más con la compañía de una cerveza, además de un recorrido histórico por el imponente Casco Antiguo. Así mismo, la ruta gastronómica de Madrid también alberga la gastronomía castiza, que incluye entre sus platos el cocido madrileño, los callos y el besugo al horno, los cuales pueden ser degustados en las cercanías del barrio Sol, así como también en Lavapiés. En otros países de Europa, como Inglaterra, la ruta gastronómica típica puede ser un poco más ligera. En este territorio, la degustación del té es una costumbre de los visitantes, quienes encuentran en esta bebida un placer dulce y agradable, que es acompañado además por pequeños bocadillos y una acogedora estancia. Enoturismo, una alternativa para los destinos La gastronomía en turismo contempla esta una novedosa variante enfocada en el consumo de vino y conocida como enoturismo. Los adeptos al mundo vinícola son los más interesados en este tipo de turismo, pues entre sus actividades destacan diversas rutas del vino, visitas a bodegas, campos de cosecha y establecimientos especializados en el consumo de esta bebida. España, uno de los destinos turísticos con mayor producción de vino a nivel mundial, por lo que se posiciona como referente para esta práctica turística. Burgos es una de las localidades españolas con más desarrollo de actividades en enoturismo. Al sur de esta provincia, se da el punto de encuentro para la ruta vinícola de Ribera del Duero que comprende un recorrido por más de 270 bodegas, así como también por cientos de hectáreas de paisajes y viñedos, caracterizados por un clima excepcional. Otra provincia española con amplia presencia de enoturismo es Navarra, cuya ruta del vino tiene origen en Olite, ciudad central con más de 19 siglos de historia en el campo de la producción vinícola. Esta opción se caracteriza por brindar, además de la visita a múltiples instalaciones, el acceso a clases de yoga y paseos a caballo, actividades que bien pueden ser acompañadas con la degustación de las mejores cosechas. Por su parte, Europa posee las mejores condiciones para la producción vinícola, es por ello que países como Italia, también poseen una amplia oferta en enoturismo. La emblemática Toscana, región Italiana reconocida por sus privilegiados paisajes, ofrece al enoturista más de 10 rutas del vino, que también se suman a la gran variedad de actividades vinícolas en el mundo. En esta zona, la ciudad de Florencia permite a sus visitantes conocer los campos de producción vitivinícola, a la vez que se realizan degustaciones, de vinos tan reconocidos como el Chianti, y recorridos por lugares resaltantes del patrimonio histórico italiano. El desarrollo del turismo gastronómico en la actualidad En 2019, Europa Press contabilizaba un 40% de la inversión turística mundial destinada a la gastronomía. A nivel supranacional, la Organización Mundial del Turismo (OMT) defiende que es imprescindible que el turismo gastronómico se considere tan necesario como visitar un museo, o disfrutar de la arquitectura de un destino. Es por ello que, año tras año, los incentivos y planes en torno al sector buscan maximizar la rentabilidad de estas actividades, optimizando los recursos y aplicando mejores estrategias de gestión. Claro ejemplo de esto podemos encontrar en la Guía para el desarrollo del turismo gastronómico, la cual recoge, de la mano de la OMT y el Basque Culinary Center (BCC), ciertas directrices que, en la actualidad, rigen diversos aspectos de esta variante del turismo. Algunas de las más resaltantes son: La planificación del turismo gastronómico Tal y como indican la OMT y el BCC, “planificar no es adivinar el futuro”, razón por la cual, en este sector, más que aplicar una estrategia infalible, se persigue adaptar la planificación en función de cada uno de los destinos turísticos, prestando atención a las fortalezas esenciales de cada territorio. La planificación del turismo gastronómico abarca, desde la gestión de la producción agroalimentaria, hasta la distribución de los productos y la degustación de los mismos por parte del viajero. “La gastronomía no se ciñe a un plato, sino que para llegar a él se ha construido una cadena de valor que incluye elementos asociados a la producción y al procesado de alimentos, pero también atañe a su distribución, transformación y, finalmente, su ingestión”, explican la OMT y el BCC en su guía. La sostenibilidad y los ODS De cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por la ONU para el año 2030, el turismo gastronómico se esfuerza por mantener la sostenibilidad de sus operaciones, atendiendo a la práctica de estrategias que no impliquen, bajo ningún motivo, incidencias negativas sobre la economía o la sociedad. En este sentido, el turismo gastronómico aboga por la realización constante de estudios concretos, que permitan analizar el comportamiento de los destinos turísticos, así como también el impacto económico y ambiental de estas actividades en diversos territorios. Así mismo, se establecen planes específicos en los destinos turísticos donde el crecimiento y la demanda son muy amplios, lo que permite que la competencia en cada territorio continúe garantizando condiciones óptimas para el desarrollo de la sociedad. En este sentido, Ostelea es pionera en formación enfocada en los “ODS” con un programa tan específico como el Máster en Destinos Turísticos Sostenibles y Planificación Turística Territorial impartido en el campus de Barcelona. La innovación La OMT y el BCC afirman que “El turismo gastronómico ha sido siempre experiencial, pero hoy en día más que nunca es necesario que las propuestas destaquen por su creatividad, originalidad, sensibilidad y singularidad y que despierten sentimientos y emociones”. Por esta razón, las actividades turísticas en esta área se centran, la mayor parte del tiempo, en innovar para el viajero. Para lograr la innovación, el sector del turismo gastronómico se plantea la capacitación de profesionales competitivos, que puedan aportar toda su experiencia en favor de agregar valor a las actividades gastronómicas. También explica que, a partir del estudio de los entornos y el perfil de sus viajeros, la innovación se manifiesta en experiencias gastronómicas auténticas y claramente diferenciables de otras actividades. Principales actores del turismo gastronómico Desde que comienza el viaje, hasta que el viajero prueba el último bocado en su visita, un amplio capital humano y técnico se esconde detrás de todo lo que implica el turismo culinario. En principio, los productos que conforman los platos de diversas degustaciones, provienen de importaciones o cosechas de primera calidad, las cuales no serían posibles sin la experiencia de cientos de agricultores y ganaderos en diversos territorios. Por otra parte, la disponibilidad de materias primas y productos esenciales para la gastronomía, no existiría sin el apoyo de los sectores secundarios y terciarios, quienes se encargan de manejar y producir servicios relacionados a la carga, el transporte y la distribución. Finalmente, los alojamientos, así como también las cadenas hoteleras, agencias turísticas, organizaciones afines e instituciones estadales, refuerzan el músculo productivo de esta industria, permitiendo el desarrollo de múltiples actividades y el crecimiento, año tras año, de un sector que aporta grandes beneficios a la economía, tanto en España como en el resto del mundo. Todo esto confirma que el turismo gastronómico engloba mucho más que atractivos destinos gourmet. Además de su importante valor para la preservación de tradiciones autóctonas, esta variante del turismo abre sus puertas al crecimiento y a la inversión, pues las actividades que en ella se contemplan, son capaces de aportar gran valor a la experiencia turística mundial. En España y Europa, la oferta gastronómica garantiza total satisfacción para quienes se aventuren a probarla, promoviendo así el descubrimiento de nuevos sabores, caracterizados por siglos de costumbres y la influencia de tendencias culinarias internacionales que, sin duda, no podemos dejar de lado en nuestros itinerarios de viaje. Compartir Posts relacionados 02.06.2017 “Conocimiento e innovación en turismo gastronómico”, por Dra. María del Pilar Leal Dra. 27.05.2015 "Necesitamos del turismo gastronómico para que España tenga un turismo sostenible" I Jornada de Innovación en Turismo organizada por Ostelea Barcelona, 27 de mayo de 2015. Josep Maria Altarriba, Dean de Ostelea Business School of Tourism & Hospitality, inauguró la I Jornada de Innovación en Turismo, que se celebró en Barcelona el pasado 22 de mayo. 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