Noticias 01.05.2019 Caminatas culinarias para grupos reducidos en las principales capitales gastronómicas del mundo Caminatas culinarias para grupos reducidos en las principales capitales gastronómicas del mundo Culinary Backstreets participa en el Foro Turismo a Debate para explicar su proyecto de turismo sostenible y divulgación gastronómica entendida desde la conciencia social. Paula Mourenza, Operation Manager de Culinary Backstreets, ha participado en una sesión de “Turismo a Debate” celebrada en el campus de Barcelona de Ostelea. La ponencia, titulada “Culinary Backstreets: turismo y rutas culinarias” ha versado sobre el trabajo realizado por Culinary Backstreets, empresa dedicada al turismo culinario que entiende el patrimonio culinario a través de las historias gastronómicas de sus protagonistas. Durante el ciclo “Turismo a Debate” se han tratado aspectos como la gastronomía entendida como puerta de entrada a otras culturas y la responsabilidad social en el desarrollo de actividades de turismo gastronómico con ejemplos ilustrativos. Para Paula “el turismo gastronómico permite un acercamiento cultural transversal súper completo, la comida es cultura, historia, territorio, medioambiente, economía y sociedad”. A través de los productos y sus significados simbólicos (culturales, celebraciones o usos religiosos por ejemplo), su elaboración, cocinado y forma de presentación o degustación se pueden analizar aspectos multidisciplinares de los pueblos “podemos experimentar y convivir con ese pueblo de manera personal y compartida… también puede ayudar al empoderamiento cultural y desarrollo económico si se realiza con responsabilidad y equilibrio” explica la escritora e investigadora culinaria. Para Paula participar en el foro “Turismo a Debate” ha sido una gran oportunidad, sobre todo como vía de conocimiento e inspiración y para poder conversar con los estudiantes de Ostelea. Durante su ponencia, la experta explica que la comida es una puerta muy antigua con la que se puede llegar a conocer la cultura de otros. “En Culinary Backstreet intentamos abrir y cruzar esta gran puerta gastronómica en las ciudades donde operamos para caminar con nuestros invitados a diferentes mesas, restaurantes, bares, tascas, tabernas o mercados que expresan toda la diversidad y la identidad que podemos encontrar en su interior” comparte la ponente. La oferta desarrollada por Culinary Backstreets comprende una guía online, una guía libro, una app y una serie de rutas gastronómicas en grupos reducidos por ciudades emblemáticas. Su "Guía global para las comidas locales" es una selección de 58 artículos publicados en el sitio web. La publicación se mueve entre lo global y lo local, con el enfoque en diferentes ciudades pero desde una perspectiva más amplia: “hay muchos temas que comparten diversas ciudades, como el reclamo de identidad, la gentrificación, la turistificación, los conflictos políticos, el papel de la mujer en la cocina, la migración etc. Y podemos señalar esto también hablando sobre la comida (en lugares como Queens, Estambul, Lisboa, Barcelona o Atenas por ejemplo). Aunque la comida es una puerta y un vehículo para otros aspectos de la vida, en Culinary Backstreets utilizan narrativas de identidad en las que coexisten la raíz tradicional y las influencias internacionales y se entiende la cocina de raíz como algo importante que empodera a la gente y las narrativas de sostenibilidad con productos de proximidad, mercados, pequeños negocios de barrio como Sergi de Meiá, Mala Hierba o Leka. En este marco narrativo nace lo que se conoce como “State of Stomach”, un concepto que va más allá de los alimentos para tratar aspectos como la creatividad estimulada por la crisis (Atenas), el Boom turístico (en ciudades como Barcelona, Lisboa, Oporto o Ciudad de México), el desarrollo rápido (Estambul, Shanghai, Ciudad de México, Lisboa, Queens o Tokio), la tensión política (Barcelona, Estambul, Queens), el redescubriendo el patrimonio culinario (Atenas, Barcelona, Tbilisi, Ciudad de México) y la comparativa Tradición vs. Modernidad/Innovación (Nápoles, Tokio, Tbilisi, Oporto). Los tours culinarios se realizan en grupos reducidos (no más de 7 personas) que plantean estrategias para ser sostenibles donde se mezclan los locales. Se trabaja fuera del centro, incluso fuera de la ciudad y se fomenta un etnocentrismo comparativo. Para ello, muestran la ciudad, la comida y la gente como un espectáculo de curiosidades. Los guías son comunicadores y personas del sector del turismo que entienden la responsabilidad de mostrar la ciudad de la forma mucho más humana. “Barcelona: Una guía para comer en la ciudad”, describe algunos de los lugares de comida más tradicionales de Barcelona, pero también cubre los espacios más nuevos que hablan de una dinámica más profunda en la ciudad condal. Para ayudar a los exploradores urbanos, el libro está dividido geográficamente, con capítulos que sugieren restaurantes locales en los diferentes barrios de Barcelona. Los restaurantes, panaderías, tiendas especializadas, cafés y bares recomendados son lugares únicos, no solo por lo que sirven sino también por su historia, ambiente y la vida de sus propietarios. El libro abarca tanto lo antiguo como lo nuevo -tradición e innovación- y es la clave culinaria de Barcelona además de la guía de los mejores secretos gastronómicos ocultos de la ciudad. Una opción idónea tanto para el público local como para el visitante. Los principales objetivos del trabajo realizado por Culinary Backstreet buscan señalar la conexión de los alimentos con las diferentes partes de la vida (personas, otras culturas, evolución de la ciudad) para mostrar así todo el iceberg, no solo la imagen. Paula Mourenza habla de que es necesario romper los prejuicios y dar una visión más amplia de la ciudad, más poliédrica (nunca se trata solo de comida) mostrando el conflicto de manera constructiva. Compartir