Blog turismo 17.08.2019 Cómo perder el miedo a volar Cómo perder el miedo a volar Hoy en día, la frecuencia y facilidad con la que uno viaja en avión es cada vez mayor. Coger un avión es casi como coger un tren o autobús y forma parte de la vida cotidiana de muchas personas. Sin embargo, pese a las estadísticas y estudios realizados que lo posicionan como el transporte más seguro, hay personas que sienten miedo a volar. Tanto desde la perspectiva de las personas que lo sufren, como de las compañías aéreas que tratan de disminuir esta fobia a volar entre sus pasajeros, las causas más comunes que provocan este miedo irracional son: 1.- El miedo a espacios cerrados Los más propensos a desarrollar miedo a volar son los que ya tienen el miedo a espacios cerrados, conocido como claustrofobia. 2.- El miedo a las alturas Quienes no soportan asomarse ni a un balcón y se marean al hacerlo, se exponen a la máxima altura en el momento en que suben a un avión. Por ello, y a pesar de no sentarse en los asientos laterales con ventana para evitar las vistas al exterior, es probable que sientan cada metro de distancia entre sus pies y la tierra con solo cerrar los ojos. 3.- La pérdida de control o sentimiento de vulnerabilidad Aquellos que acostumbran a tener todo bajo su control tienen mucha dificultad en delegarlo. Cuando se suben a un avión, se ven obligados a hacerlo. . Ni pueden seguir el hilo de lo que pasa en cabina ni mucho menos tomar mando por falta de conocimiento y experiencia. Así pues, se encuentran en una batalla constante entre su instinto y su racionalidad. 4.- Los pensamientos negativos y la personalidad hipocondríaca Aquellas personas que por norma general ven la vida con un filtro gris, o son hipocondríacas, observan la vida como un camino de dificultades a las que no se ven capaces de enfrentar. Para hacer frente al miedo a volar, las compañías aéreas nos sugieren una serie de recomendaciones para antes de coger un avión, durante el vuelo y una vez aterrizados. Las que han probado ser más eficientes son: Antes: Llega al aeropuerto con antelación para evitar las prisas. La posibilidad de perder un avión provoca un nivel de ansiedad elevado, tanto a los que tienen miedo a volar como a los que no. Si, además, tienes miedo a volar, puede potenciar que sufras un ataque de pánico durante el vuelo. Recuerda que el miedo es el arma blanca del subconsciente, puro instinto de superviviencia que hay que educar constantemente e ir adaptando a la realidad. Infórmate mejor sobre datos estadísticos para valorar mejor los riesgos. Al final, las posibilidades de morir en una accidente aéreo son 1 entre un millón, mientras que en coche son 1 entre 5000. Impresionante, ¿verdad? Durante: Llévate cualquier incentivo que relaciones a un sentimiento o recuerdo positivo. Desde tu playlist o podcast favorito hasta un aceite esencial para poner en tu antifaz o almohada de viaje. Haz que tus sentidos influencien a tu subconsciente. Realizar una actividad durante el vuelo que precise toda tu atención hará que pierdas la noción del tiempo y olvides el contexto en el que te encuentras. Puedes adelantar trabajo, buscar información del lugar de destino, o aprovechar para adelantar esa tarea que llevas aplazando un tiempo. Si es un vuelo de larga duración, otra forma de evadirse de la situación es aprovechar para recuperar tus horas de sueño. ¡Lo agradecerás! En caso de turbulencias, huye de los pensamientos negativos y trata de ponerte en la piel del piloto, quien ha tenido un entrenamiento previo para enfrentarse a todo tipo de irregularidades. Para ellos, pasar por turbulencias es el pan de cada día. Después: ¡Date un capricho! Todo logro merece una recompensa. Regálale un sentimiento positivo a tu mente tras haber superado su miedo. Así, la próxima vez, tendrá un nuevo pensamiento positivo al que aferrarse cuando tengas que volar. ¡Todo es bienvenido! La aerolínea española Iberia ha desarrollado una solución para todas aquellas personas que padecen de aerofobia mediante un curso que engloba información aeronáutica, apoyo psicológico y una experiencia real para poner en práctica lo aprendido. De esta manera, consiguen combatir la incertidumbre del pasajero, hacerles entender en qué consiste su miedo y explorar bajo una nueva perspectiva la experiencia mediante un simulador y un vuelo real, ¡en clase business! Compartir