Blog turismo 07.07.2016 Los barrios hipster atraen al turismo Hay turistas que valoran las experiencias, por encima de otro factor. Cansados de monumentos, iglesias, museos y otras atracciones repletas de turistas, buscan conocer las ciudades como un autóctono más. Y esto no se conoce visitando el centro de las ciudades, sino otros barrios más alternativos, más locales. Son los nuevos viajeros que quieren ir más allá, conectando de verdad con la ciudad que visitan y su gente. ¿A qué se asocia la cultura hipster? Generalmente a la música independiente, a la moda no convencional (incluida la barba, los tatuajes, la ropa de época y de segunda mano), alimentos orgánicos y artesanales, y estilos de vida alternativos. Definido el concepto, no es de estrañar que este perfil de viajero huya del turismo de masas de las grandes ciudades del mundo. Pero lo cierto es que los barrios alternativos han empezado a atraer turistas de todo tipo, incluso a turistas a priori más tradicionales. Algunos ejemplos los encontramos en Berlín y sus barrios de Kreuzberg y Prenzlauer Berg. El Raval y Gràcia en Barcelona o Malasaña y Lavapiés en Madrid. Zonas muy poco turísticas hace una década y que actualmente atraen a miles de visitantes. Esta tendencia tiene una doble lectura para los ciudadanos locales. Están de moda, se abren nuevos locales modernos y todo el mundo habla de ellos. El turismo hipster contribuye positivamente a la economía del barrio. Pero muchos se quejan de las subidas en el precio de los alquileres y la popularización de la zona como el inicio de una futura masificación turística. Problemática a parte, lo cierto es que los barrios hipster atraen a un tipo de turismo que no se conforma con poco y al que vivir experiencias auténticas le motiva mucho más que a los turistas más tradicionales. Un fenómeno al que ha contribuído el auge del consumo colaborativo, de la mano del gigante Airbnb. Si no fuese por los pisos y habitaciones alquiladas por locales a través de este portal, este tipo de barrios no podría afrontar el gran aumento de visitantes. Y es que los barrios hipster también lo son, en parte, gracias al aún poco desarrollo de la industria hotelera. Compartir