Blog turismo 19.03.2018 Pros y Contras para los viajeros de Airbnb Muchos viajeros cuando empiezan a planear una nueva aventura se plantean si optar por el alquiler vacacional o por el tradicional servicio de hotel. En los últimos años, la plataforma Airbnb ha acabado decantando la balanza hacia el lado de los alquileres vacacionales para muchos turistas. Hoy en día, la conocida empresa online es para algunas empresas hoteleras su principal competencia. Con la digitalización los turistas buscan estos otros métodos para reservar sus vacaciones. Para ellos, a veces, resulta una opción más cómoda y económica. Airbnb es una plataforma dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos. Su naming se refiere a las siglas “Air Bed and Breakfast”. La empresa fue fundada por Brian Cheesky en San Francisco (California, USA) en 2008. A simple vista puede parecer que la página web solo aporte soluciones a los viajeros. Sin embargo, también está causando muchos problemas para todo el sector turístico, incluso está haciendo subir el precio del alquiler de las viviendas de las ciudades más importantes como Barcelona. Su expansión masiva puede resultar positiva para sus consumidores pero también causa muchas consecuencias que afectan directamente a los ciudadanos y a la economía global de un país. Por ese motivo, desde Ostelea os mostramos los Pros y Contras de Airbnb para que como expertos en el sector turístico valoréis si realmente es la mejor opción. PROS DE VIAJAR CON AIRBNB: Opción más económica: en muchas ocasiones los precios de las compañías hoteleras suele ser más caro. Otro factor en el que puedes ahorrar dinero con esta plataforma es comiendo en casa si la vivienda tiene cocina propia. Más confianza para hacer la reserva: las diferentes reseñas de los anteriores inquilinos muestran una visión con más credibilidad. En esta web se tienen más en cuenta los comentarios y se aproximan más en la realidad. En otro tipo de sites es más fácil encontrarse con comentarios falsos. Variedad de alojamientos: la plataforma ofrece opciones para todos los presupuestos. Ya sean céntricos, en los alrededores de la población, en la playa, en una localización con vistas… El usuario tiene la opción de escoger multitud de emplazamientos como: casas, apartamentos, habitaciones privadas, villas, embarcaciones, caravanas… Todas las opciones que puedas imaginar. Vivir una experiencia 100% local: reservar este tipo de alojamientos te permite conocer a una persona que pertenece al lugar que estas visitando y vivir en una auténtica casa particular. Es un modo de acercarte mejor a la cultura en la que te encuentras, entender cómo son sus hogares, sus costumbres y tradiciones de primera mano. Los hoteles a veces no saben transmitirte la esencia local, ya que las franquicias hoteleras suelen ser iguales en todas las partes del mundo. Posibilidad de negociar el precio: sobre todo si tu estancia es larga. También suele destacar esta opción de Airbnb cuando eres estudiante y realizas tus estudios en una ciudad que no es la tuya. Muchos anfitriones optan por reducir la tarifa si vas a estar varios meses en el mismo alojamiento. Todo el mundo es evaluado: lo más común suele ser que los huéspedes comenten los fallos y lo que más les ha gustado de su lugar vacacional. Airbnb también ofrece la posibilidad de que los propietarios comenten sobre sus invitados. Más comodidades: con la plataforma optas a estar de vacaciones como si estuvieras en tu propia casa. Dispones de cocina, electrodomésticos, todas las comodidades en el baño, Wifi gratuito… CONTRAS DE VIAJAR CON AIRBNB: Trato no profesional: en un alquiler vacacional nunca recibiremos un trato tan profesional como el de un hotel. Los trabajadores de las compañías hoteleras son personas formadas para tratar y satisfacer las necesidades de los clientes. Las personas que ofrecen en alquiler sus casas a veces no saben como realizar todo el proceso de la manera más cordial y profesional. Restricciones en el horario de llegada y de salida: para darnos la bienvenida y las llaves se ha de pactar una hora. Si los huéspedes llegan a una hora determinada puede que se les tenga que cargar algún suplemento por el retraso. A veces no es posible hacer cancelación de la reserva: muchas veces tenemos que pagar a parte para poder hacerlo. Es por eso que siempre el usuario ha de leerse al detalle todos los comentarios del anfitrión para luego no encontrarse con sorpresas inesperadas. Además, es posible que el anfitrión no acepte tu solicitud de reserva porque quizás no encajas con su perfil de huésped. Hay que ir de compras: cuando llegas a tu nueva casa tienes que ir al supermercado más cercano a comprar ciertas cosas. Por ejemplo, champú ya que a veces no hay en el baño o alimentos por si decides ahorrarte alguna comida en vez de ir a algún restaurante. También es verdad que en muchos Airbnb ya hay todas esas cosas básicas de los anteriores huéspedes y a veces se puede aprovechar. Los hoteles en cambio, te ofrecen la opción de tener un desayuno abundante ya listo en cuánto te despiertas. No hay check-out: en la mayoría de ocasiones el anfitrión no acude a despedirse. Simplemente pide a sus invitados que dejen las llaves en algún lugar visible dentro del inmueble y cierre bien la puerta al salir. Mientras tanto, normalmente en los hoteles te guardan las maletas por si no quieres cargar con ellas hasta que sea el momento de ir al aeropuerto o de volver a casa. No hay servicio de limpieza: con Airbnb no se tiene garantizado el servicio de limpieza durante los días de estancia. En un hotel es siempre seguro que en cuanto vuelvas por la noche a tu hotel tendrás la cama hecha e incluso con sábanas limpias, toallas limpias y todo ordenado. No pasan ninguna inspección: evidentemente no tienen el mismo control que un hotel. No hay tanta intimidad o privacidad: sobre todo cuando alquilas solamente una habitación o cuando la habitación se comparte. En un hotel tienes muchas más libertad, en cambio, en Airbnb tienes los ojos de los vecinos puestos en ti Compartir