Blog turismo 18.09.2018 ¿Qué es el turismo genealógico? ¿Quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? Éstas son las clásicas preguntas que nos vamos planteando a lo largo de nuestra vida. El ser humano es un ser filosófico por naturaleza que necesita averiguar y descubrir más allá de lo cotidiano. Si bien es cierto que muchas de estas preguntas no pueden ser resueltas, sí que podemos tratar de arrojar algo de luz a tanta incógnita. Viajar es una manera genial de descubrir nuestros orígenes. De hecho, son muchos los que deciden embarcarse en un road trip que les lleve hasta la ruta de sus antepasados más directos. Así lo explica René Pérez Jolgar, músico de Calle 13: “Me había hecho una prueba de ADN hacía cuatro años para saber dónde venían mis ancestros. Analicé los resultados y seleccioné los países que menos imaginé que tendrían mi sangre para comenzar mi viaje”. El ADN como punto de partida Este tipo de turismo es el que se conoce como turismo genealógico y consiste en viajar con el único objetivo de descubrir los orígenes de uno mismo. Muchos de estos viajes comienzan con una muestra de ADN que revela los orígenes étnicos y culturales que llevamos en la sangre. La genética sirve como único pretexto para conocer y experimentar un nuevo destino que, de alguna forma, resulta familiar. En el caso René Pérez, decidió realizarse una prueba de ADN para descubrir quién era. Explica el músico puertorriqueño que necesita “abandonar su grupo de música para empezar de cero”. Y es que, en muchos casos, este tipo de viajes nacen como una huida hacia dentro. Una introspección personal que acaba con un conocimiento profundo de uno mismo y de su entorno. ¿Cómo es el turista genealógico? No existe un perfil definido de turista genealógico. Aunque, por lo general, suele ser una persona inquieta que no tiene reparo en realizar un viaje intercontinental de larga duración y en solitario. No busca grandes lujos ni comodidades. Su viaje responde, más bien, a un claro objetivo: conocer sus orígenes. ¿Cómo es el viaje genealógico? El viaje genealógico empieza con una prueba de ADN en la que se descubren los componentes étnicos y culturales ocultos en el viajero. También se investiga el árbol genealógico y se profundiza en las raíces familiares. Una vez definido este primer punto de partida, se establece la ruta de viaje que llevará a conocer los antepasados del viajero. El turista genealógico es un aventurero intrépido con ganas de preguntar y descubrir su propia historia en primera persona. Viajar siempre es conocer. El turismo genealógico es una bonita manera para que uno mismo averigüe por su cuenta quién es y de dónde viene. Compartir