Blog turismo 26.07.2016 Una cama de hotel en medio de la montaña Si siempre te has considerado un auténtico aventurero pero te encanta disfrutar de los detalles y el descanso placentero, existe una propuesta turística especialmente pensada para ti. El Null Stern Hotel (Hotel sin estrellas). ¿En qué consiste? Para que te hagas una idea, se trata de una cama situada en las montañas de los Grisones (Suiza), a 1.970 metros de altura. Además de la cama, la habitación incluye el mobiliario típico de una habitación de hotel convencional, con mesitas de noche, cabezal y suelo de cerámica. Esta innovadora idea es la perfecta unión entre el lujo y la naturaleza. Aquí se puede dormir bajo el manto de las estrellas pero sin renunciar a un colchón cómodo para resguardarse. Incluso, el Null Stern Hotel incorpora el servicio de un mayordomo que trae el desayuno a la cama a sus huéspedes. Alojarse en este peculiar hotel tiene un coste de 250€. De momento, sólo cuentan con una habitación que está disponible durante la temporada de verano. Sin lugar a dudas, se trata de una manera completamente única de disfrutar de la naturaleza. El concepto “Zero Star” Esta innovadora idea es obra de Frank y Patrick Riklin. Aunque su primera versión de hotel “Zero- Star” fue en 2010, con un bunker nuclear que también estaba adaptado a las necesidades de los huéspedes. En ambos casos, el objetivo de los diseñadores es el mismo, ofrecer una experiencia donde el espíritu realmente entre en contacto con el entorno. “Aunque esta versión es completamente diferente del bunker nuclear, la esencia y el espíritu del concepto es el mismo, situar al huésped en el centro de la experiencia intangible reduciendo el resto de mobiliario a la mínima expresión” según comenta Daniel Charbonnier, cofundador del hotel. Buscar la experiencia del usuario Si esta historia puede tener una moraleja para los profesionales del turismo es la de proporcionar una experiencia diferente a los turistas. Para hacerlo, una buena alternativa puede ser la de aprovechar el entrono para poner en contacto al viajero con su destino. Y esto, no necesariamente tiene que implicar un turismo rural o un alojamiento austero. Conseguir experiencias irrepetibles para los turistas es cuestión de creatividad e innovación. ¿Te atreves? Compartir