Noticias 06.02.2019 El desarrollo turístico analizado en términos socio culturales, económicos y sostenibles El desarrollo turístico analizado en términos socio culturales, económicos y sostenibles Pablo Díaz ha impartido la conferencia de clausura del primer foro de ‘FITURTech y Sostenibilidad’ sobre los nuevos escenarios de transformación socio-ecológicos en los destinos turísticos. La ponencia del investigador y docente de Ostelea ha estado centrada en la necesidad de recurrir a una gestión integrativa a la hora de implementar productos turísticos en un destino. Para ello, Pablo Díaz explica que es necesario generar contextos de gobernanza en los que se privilegie la voz de las poblaciones locales en la toma de decisiones y aplicar modelos científicos que tengan en cuenta la interrelación existente entre el territorio y la sociedad que lo habita, como estrategia para potenciar los efectos positivos del turismo y limitar los negativos. PhD y antropólogo, Díaz explica que el turismo es un hecho social que afecta a todas las facetas de la sociedad y de la vida. Por ello, sus efectos socio ecológicos se enmarcan en un ciclo en el que participan diferentes factores: individuales, personales, socio-económicos, socio-culturales y de calidad de vida. Para gestionar el turismo hay que realizar una comprensión holística del destino desde dos puntos de vista: la comunicación entre las instituciones públicas y la comunidad científica el diálogo entre las lógicas científicas y las locales. Es importante que todo esto esté relacionado porque la falta de implicación o entendimiento por parte de estas poblaciones provoca, en muchas ocasiones, el fracaso de estrategias de implementación o rejuvencimiento de destinos, ya sea por oposición, resistencia, boicot o por no tener en cuenta ciertas circunstancias locales. Con estas últimas Pablo se refiere, por ejemplo, al sentimiento de falta de implicación, las afecciones socio-económicas y socio-culturales y la banalización simbólica de sus referentes identitarios. Pablo Díaz menciona los estudios de J. Jafari (1987) y sus cuatro Plataformas de Conocimiento Turístico; analiza también del Índice de Irritación de Doxey (1975) y hace alusión a los estudios de RW Butter (1980) sobre el Ciclo de Vida de los Destinos Turísticos. Con esta base científica establece la necesidad de contextualizar y crear un diálogo entre los agentes implicados (la gobernanza), enfatizando la necesidad de participación local y el análisis del destino, tanto social como territorial (socio-ecológico). El docente de Ostelea justifica su tesis a través de la exposición de investigaciones realizadas recientemente en Madrid y Fuerteventura (Islas Canarias). Los resultados muestran escenarios futuros en Fuerteventura, según los cuales el cambio climático generará un contexto de dependencia del sector turístico y una desaparición de las actividades productivas tradicionales. Por otro lado, la declaración del Parque Nacional de Guadarrama de Madrid ha provocado un descoplamiento socioecológico y una pérdida de ruralidad que ha derivado en la matorralización del territorio y sus consecuentes impactos naturalísticos (biofísicos y por peligro de incendio en verano) y una tendencia a la especulación urbanística en su periferia. De todo ello establece tres conclusiones: La gestión deficiente del territorio ha fomentado el cambio de fisionomía de la sierra y afectando a la estética y los valores naturalísticos que justificaban la declaración del espacio protegido. Los visitantes de la zona han dejado de valorar el paisaje tradicional rural, basado en usos milenarios agrosilvopasotales que se están perdiendo, y han pasado a valorar un supuesto paisaje ‘naturalizado’ que en realidad es abandonado. Todo esto muestra la ineficacia institucional en la gestión del patrimonio cultural rural y la necesidad de promoción de actividades que hagan compatible un desarrollo turístico sensato compatible con prácticas tradicionales. Para finalizar su ponencia, el investigador del Centro de Investigación y Divulgación Turística (IDITUR) defiende una gestión adecuada y particularizada que permita un desarrollo turístico con el que se reduzca la banalización simbólica y las repercusiones locales. Una iniciativa que consiga alinear la sociedad, la economía y el medio ambiente. En definitiva, un desarrollo turístico patrimonialmente sostenible, socio-culturalmente equitativo y económicamente rentable. Compartir