Turismo médico y de bienestar: contexto global y perspectivas para México como país de interés Recientes estimaciones del International Healthcare Research Center (IHRC) calculan que la industria del turismo médico crecerá hasta un 25% durante los próximos diez años. Estas proyecciones se basan, a su vez, en previsiones de que entre el 3 y el 4 % de la población mundial realizará viajes internacionales para recibir tratamientos relacionados con la salud (IHRC, 2016). En el escenario global se constata un patrón de crecimiento liderado por Estados Unidos, en términos de cuota de mercado y gastos de viaje. Sin embargo, países como Tailandia, Singapur, Colombia o México, por sólo mencionar algunos, ocupan cada vez más, un lugar de referencia en la industria del turismo de salud. El turismo de salud incluye tanto los viajes realizados con fines médicos, como aquellos vinculados al bienestar físico y mental. Se habla de turismo médico, cuando las personas viajan para recibir tratamiento médico, lo cual suele incluir procesos de evaluación y diagnóstico, procesos quirúrgicos y/o de rehabilitación. Mientras que, la segunda tipología de viajes, es decir, aquellos identificados con el turismo de bienestar, se refiere a aquellos viajes que tienen entre sus motivaciones recibir terapias y tratamientos cosméticos y preventivos. Es decir, el turismo de bienestar está más orientado a la búsqueda de la mejora de la salud y la calidad de vida. Una visión más esquemática de la variedad de la oferta que compone el mercado de turismo médico se representa en el Gráfico 1. Como puede comprobarse del gráfico precedente, en este subsector turístico participan actores específicos del sistema sanitario. De acuerdo a las peculiaridades de cada destino, pueden encontrarse clústeres u otro tipo de agrupaciones que reúnen y coordinan a los diferentes agentes. En este escenario, los mediadores o facilitadores de turismo médico requieren una mención especial. Esta figura es considerada una pieza clave ya que suele ser el primer interlocutor con el futuro turista/paciente, funcionan como intermediarios que orientan en la búsqueda y selección de la oferta y desempeñan un rol clave en la promoción de destinos, centros de salud, especialistas y tratamientos. Un análisis sobre los datos macroeconómicos de este nicho turístico permiten afirmar que se encuentra en auge. Este hecho se explica debido al interés que despiertan los viajes relacionados con la salud y el bienestar en un número cada vez más creciente de turistas. El aumento de la demanda ha venido acompañada de un crecimiento en la oferta durante la última década. Razón por la cual, cada vez más es posible encontrar destinos emergentes que lo incorporan en su oferta. Así por ejemplo, en el período comprendido entre 2013-2015, en el top de destinos de turismo médico, que mayor atención despertaban, se pueden encontrar países de casi todos los continentes (Gráfico 2). Esta tendencia también se puede constatar en los resultados del Índice de Turismo Médico, elaborado por el IHRC (Tabla 1). De acuerdo con un estudio desarrollado por Onkar y Shaikh (2017) el mercado de turismo médico puede segmentarse según el tipo de tratamiento. En este estudio lo dividen en: tratamiento cardiovascular, tratamiento ortopédico, tratamiento neurológico, tratamiento contra cáncer, tratamiento de la fertilidad y otros. En todos ellos se prevé un crecimiento moderado de 2017 a 2023, siendo los tratamientos contra el cáncer los que mayor proyección de crecimiento presentan. Sin embargo, un estudio similar realizado por Orbis Research (2017) además de los tratamientos previamente mencionados, incluye otros dos segmentos al mercado de turismo médico, ellos son, los tratamientos dentales y los cosméticos. Otra cuestión de vital importancia en este nicho turístico es la acreditación de los servicios de salud. Indiscutiblemente, el turismo médico, más que otras especialidades turísticas, requiere garantizar la salud y la seguridad de los turistas, que son a su vez pacientes. Es por ello que, las normas generales de calidad no suelen ser suficientes y los centros sanitarios para ganar en competitividad y proyección internacional deben acreditarse conforme a estándares internacionales. En la Tabla 2 se presentan algunas de las acreditaciones más reconocidas. Es importante mencionar que las certificaciones precedentes tienen un reconocimiento internacional, sin embargo, también algunos países cuentan con sus propios sistemas de certificaciones. Por ejemplo, España cuenta con la norma UNE 177.003:2013 de seguridad del paciente y México dispone de la Certificación del Consejo Mexicano de la Industria de Turismo Médico. Por otro lado, también existen certificaciones específicas por subsectores de turismo médico, como las que ofrecen la American Heart Association o la de la American Association for Accreditation of Ambulatory Surgery Facilities International (AAAASFI). Para concluir, es importante mencionar que a pesar del continuo crecimiento del turismo médico, todavía no es posible contar con estadísticas uniformes y desagregadas. Es por ello que, los datos incluidos en este informe provienen, fundamentalmente, de reportes sectoriales, realizados en su mayoría, por entidades privadas. Author Profesor Dra. Sheila Sánchez Especialista en propiedad intelectual en los sectores del turismo y el ocio. Cuenta con una amplia experiencia docente en universidades de España, Colombia y Cuba, Reino Unido e Italia. Descargar - 1.61 MiB Otros informes de investigación 16.05.2020 Turismo Inteligente 15.05.2020 Turismo, afectos y efectos de la era digital 16.05.2020 Turismo y Cooperación Internacional
Profesor Dra. Sheila Sánchez Especialista en propiedad intelectual en los sectores del turismo y el ocio. Cuenta con una amplia experiencia docente en universidades de España, Colombia y Cuba, Reino Unido e Italia.